¿Crees tú que un equipo de trabajo que carezca de empatía y tolerancia puede llegar a ser exitoso?
Pues mi opinión es que tal vez sí, dependiendo de lo que se entienda por “exitoso”.
Pero con absoluta seguridad, los equipos de trabajo que posean las virtudes de la empatía y tolerancia llegarán a ser todavía más exitosos que los otros…
La empatía y tolerancia son virtudes, capacidades, herramientas, fenómenos, o como quiera llamárseles, que ayudan a que las relaciones interpersonales de los individuos sean más exitosas.
Empatía, según diversas definiciones, es la habilidad de comprender e involucrarse con las emociones y los motivos que impulsan a los demás a actuar o no actuar de ciertos modos. O más fácil, es “ponerse en los zapatos o en la piel del otro”; “mirar a través de los cristales de los demás”; “sentir las emociones de otros como si fuesen propias”, etc., etc.
Tolerancia por su parte, es la aceptación de la diversidad de opinión; la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás; saber respetar a las personas en su entorno, su forma de pensar, de ver las cosas, de sentir, etc. En síntesis, aceptar a los demás tal y como son.
Sin embargo, hay que tener cuidado en entender que ambos conceptos no necesariamente significan estar de acuerdo con lo que los otros dicen o piensan. No implica dejar de lado las convicciones propias.
Y ¿qué relación tienen la empatía y la tolerancia con el trabajo en equipo?
Muchísima!!!
Para que un equipo sea considerado como tal, deben cumplirse ciertas condiciones básicas, que son: La Confianza; La Comunicación; El Apoyo Mutuo; la comprensión e identificación con los objetivos; tratamiento de las Diferencias; y Liderazgo.
En cada una de estas condiciones, debe estar presente una altísima dosis de empatía y tolerancia. Pero ¿por qué?
Pensemos un poco…
La mayoría de las veces es difícil ponernos de acuerdo con personas que conocemos muy bien, como los familiares, la novia, los amigos, etc., incluso en cosas tan simples como elegir una película en el cine; el destino de las vacaciones de verano; el lugar dónde almorzar; qué canal de televisión captar; etc.
Imagínate una organización en la que casi nadie se conoce con nadie, en la que los individuos son de diferentes culturas, religiones, edades, creencias, experiencia, conocimientos, con estados anímicos desemejantes, unos con más problemas que otros, diferentes grados de motivación e intereses, etc..
A simple vista, pensar que esta organización trabaje en armonía pareciera de locos, sin embargo, en la vida real nos enfrentados diariamente a este reto. Los equipos de trabajo tienen la misión de alcanzar objetivos y metas comunes a través de la interacción de sus miembros, aplicando estrategias, procedimientos y metodologías que facilitan la consecución de lo planeado. Para lo cual, es imprescindible favorecer un entorno que permita a los miembros del equipo sentirse identificados con los objetivos, motivados en su trabajo, abiertos a la colaboración y comunicación mutua y que además cada quién asuma sus responsabilidades.
Pero ¿Cómo lograr esto? Pues difícilmente se lograría si los individuos no se entendieran entre sí, si la confianza fuera nula, si no se respetaran las opiniones, anhelos y aspiraciones de los demás.
Las acciones de las personas están movidas por sus percepciones. Nadie trabaja feliz en un entorno en el que no existe compresión y está corrompido por el egoísmo y la injusticia.
Hoy en día es más relevante asentarse en las emociones de las personas que en sus capacidades físicas o intelectuales. Es imprescindible que veamos más allá de nuestra propia perspectiva para entender a los demás e identificar sus necesidades. No podemos leer la mente de las personas, pero podemos intentar interpretar sus emociones, a través de las actitudes, de la forma y tono al hablar, de la mirada, de sus gestos.
Cada quién podrá sacar sus propias conclusiones respecto a si la empatía y la tolerancia son necesarias en el trabajo en equipo y en qué grado éstas afectan al éxito del mismo, sin embargo, yo les animo a que reflexionemos individualmente y percibamos la importancia de profundizar y desarrollar estas virtudes para aplicarlas en cada faceta de nuestra vida cotidiana.
Si tú formas parte de un equipo, independientemente de la posición que ocupes en el mismo, ya sea en tu organización, en los estudios o en la vida común y corriente, puedes utilizar estas “armas” para crecer y fortalecer tus relaciones humanas.
Para quienes gusten y tengan disponibles un par de minutos más de su tiempo, les invito a leer un cuento breve de los Hermanos Grimm, que se encuentra al final de esta página, a manera de entender que nuestras reacciones, desprovistas de empatía y tolerancia, pueden generar dolor y pena a los demás, y que en momentos de ira o tensión, nuestras decisiones deben ser tomadas precisamente con esas dos virtudes de las que hoy hablamos.
Tus comentarios me hacen recordar situaciones que vivimos día con día, muchas veces estamos en equipos que se alejan de nuestro equipo ideal y pensamos, uff si este integrante fuera más ordenado, o si el otro fuera menos impositivo, etc. Mi punto aquí es que al final del dia nos toca trabajar en equipos imperfectos y tenemos que sacar lo mejor de ellos, y utilizar las fortalezas de unos para mejorar las debilidades de otros y viceversa o no??
ResponderEliminarEn un mundo cada vez mas globalizado es común trabajar y compartir con personas de distintas culturas. Formar equipos multiculturales exige mucha tolerancia para valorar las diferencias y apoyarse en ellas para conseguir mejores resultados.
ResponderEliminarFernando, has apuntado a algo muy cierto y muchas veces carente en los equipos de trabajo, son tantas las organizaciones que no toman en consideración la empatía y la tolerancia de cada uno de los miembros del equipo, y eso hace que como tu mencionas, se tomen decisiones desacertadas y muchas veces ineficientes. El cuento de los hermanos Grimm no pudo ser más claro en la reflexión que intentas transmitir. Definitivamente lo tomaré en cuenta cuando tenga que asumir el liderazgo en mis futuros equipos de trabajo, muchas gracias por compartir esta información!
ResponderEliminarHay mucha diferencia manejar instrumentos tecnológicos o dirigir un grupo de personas, la diferencia más importante radica en que existe de por medio "sentimientos".
ResponderEliminarEn más de una ocasión nos encontraremos en situaciones en que la decisión debe ser tomada no solo orientada a alcanzar el objetivo deseado sino en conseguirlo pensado en la satisfacción emocional de los integrantes del equipo.
Lo has explicado de una manera muy clara estimado Fer.
Hola Fernando.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante y creo que has aportado definiciones y conceptos que estan muy olvidados y que poca gente tiene en cuenta a la hora de trabajar en equipo.
Comparto lo que dices en que la tolerancia y la empatía tienen un gran papel en un equipo para lograr el exito.
Me ha gustado mucho!!!!
Un saludo!!
Hola, Fernando.
ResponderEliminarHe leído con mucho gusto tu post, y también el cuento breve de los Hermanos Grimm que adjuntas como complemento para el mensaje que quieres transmitir. Un gran trabajo. :)
Hablas en tu post de la empatía y la tolerancia, dos virtudes ―como bien las llamas, pues eso es exactamente lo que son― que, sin duda, deberían estar grabadas a fuego en la mente y en la conciencia de cualquier persona civilizada. Sin embargo, cada vez que pienso en por qué se han puesto “de moda” los conceptos como estos, me pongo a temblar. Me doy cuenta de lo atrasadas que están las culturas empresariales en particular y, aún peor, la sociedad en general.
Trataré de explicar mi opinión. ¿Qué son los conceptos como la empatía o la tolerancia? No nos engañemos: no son complicadas y novedosísimas formas de gestión de personas para que la empresa alcance el éxito. Estamos hablando, simplemente, del “ABC” del comportamiento moral y social humano. Es el nivel más básico, comprensible por todos, indiscutible. Es puro sentido común. Lo aprendemos, literalmente, en la guardería, como fue mi caso, sin ir más lejos. Sin embargo, el paso de los años puede tener un efecto curioso y preocupante sobre nosotros: perdemos el norte, el sentido común. La vida no es un camino fácil y, por una serie de circunstancias, nos “endurecemos” en el peor sentido de la palabra, volviéndonos insensibles a los sentimientos e, incluso, al sufrimiento de los demás. Este deterioro puede llegar hasta el punto de que, con nuestras palabras y comportamiento estemos haciendo un grave daño a una persona, y ni siquiera nos demos cuenta. O, mucho peor aún: puede que nos demos cuenta, pero no nos importa. No sé cuál será la situación en vuestros países, pero os puedo asegurar que los españoles no se suelen caracterizar por una especial sensibilidad y respeto a los demás. Ni la empatía ni la tolerancia abundan en nuestra cultura. A lo largo de mi vida, yo mismo he presenciado casos exagerados, de esos que no puedes creerte según están ocurriendo, y me he llegado a preguntar muy seriamente hacia dónde creemos que vamos con una evolución semejante.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Fernando: implantemos virtudes como la empatía y la tolerancia en las empresas. Pero, antes, implantémoslas en nuestras sociedades…
no te falta razón en tus palabras fernando,muy claro y conciso en las explicaciones.Estoy de acuerdo en un trato cordial dentro de un grupo,y eso pasa por poneros en lugar del otro,y de ser capaces de respetar tanto ls opiniones de cada uno,como a las personas que integran al mismo.
ResponderEliminarun saludo!
Pues a mi me parece que tu punto de vista esta correcto Luis Fernando. Llevarse bien con el resto de gente de un equipo y poder compartir las ideas francamente y sin miedo es algo muy importante. Lastimosamente, ese casi nunca es el caso.
ResponderEliminarhola compi: me ha gustado el post. Si es cierto que es complicado formar un equipo asi de nuevas, es decir, con gente taan diferente, suele ser enriquecedor, porque lo diferente enriquece, pero a veces es dificil. Siempre habra alguien que quiera destacar, otros que se callen o soporten la voz del "lider" por no discutir, etc.. a veces incluso se pueden confundir.
ResponderEliminarY me ha encantado este cuento, q buen ejemplo, tenemos que pensar 2 veces antes de hacer las cosas o de juzgar a las personas. Porque otro dia nos puede tocar a nosotros.
saludosss
Hola Fer, creo que en tu primer post hablas de una de las cosas mas dificeles para el ser humano: la tolerancia. Muchas veces tenemos una manera de pensar y de hacer cosas que tornanse nuestras verdades particulares. Y nuestras ganas de estarmos siempre con la razon muchas veces nos impide de ver las cosas con otros ojos o solamente entender porqué otras personas hacen o piensan de manera distinta. Y más, a veces nos olvidamos que somos todos imperfectos y que es son justamente estas fallas que testan nuestra tolerancia y nos ayuda a evolucionar moralmente. Yo te digo, de mi parte, la tolerancia es un ejercicio diario y lleno de fallas. Pero te aseguro una cosa, yo si veo que fallé, intentaré al maximo areglar las cosas y pediré desculpas a quien merece. Por eso que con la Tolerancia, que habla basicamente de una empatia,una compreensión de la imperfeccion humana y el perdón, viene también, desde la otra parte, la humildad de asumir que quizás nuestra manera de agir o pensar no fue la más correcta. O sea, si de un lado vemos el ejercicio de la tolerancia, del otro tendremos que ver el ejercicio de la reflexión. :) PS: mi segundo post fue en tu homenaje! Saluditos!
ResponderEliminarTodos y cada uno de nosotros deberíamos dar clases de tolerancia a diario a las personas que están en nuestro alrededor, así como aprender nosotros mismos a cada vez ser mas tolerantes, si lo somos, los demás también lo serán con nosotros. Mas aun nosotros latinos que estamos en un país que no es el nuestro podemos pasar por situaciones donde no haya tolerancia, pero si somos inteligentes podremos dar muchas lecciones de vida a aquellas personas que no sean tolerantes con nosotros por el hecho de ser extranjeros y aprender nosotros de esas experiencias para ser cada día mejores personas. Muy buena la historia del abuelo..
ResponderEliminarUn abrazo
Javier Andres: Fernando tu post expone claramente uno de los patrones de comportamiento humano más comunes, desde niños los seres humanos se apegan o generan empatía con diferentes personas por diferentes motivos, si tu al ingresar a un nuevo trabajo te encuentras con una persona que tiene algunas cosas en común contigo como, de que equipo es hincha, donde estudio, que estudio, ect, toda estas cosas generan un grado de empatía mayor hacia el que hacia otras personas, por eso cuando formamos un equipo de trabajo generalmente al inicio puede no generase mucha empatía por diferentes comportamientos particulares de las personas o paradigmas individuales de cada uno, pero con el tiempo y siempre con tolerancia hacia el resto esta se puede generar, no únicamente por el hecho de que encontremos cosas en común o no con la gente que trabajamos, pero si el equipo de trabajo tiene éxitos este factor crea un fuerte grado de empatía entre el equipo y el éxito del trabajo de equipo dependerá de cada uno de los integrantes y como se desenvuelve en las relaciones interpersonales.
ResponderEliminarLa empatía y la tolerancia deben ser trabajadas por cada miembro del equipo, para poder obtener los mejores resultados posibles, gracias por el post.
Muchas gracias llevaba casi un día buscado un articulo que me sirviera para poder exponer lo que es la tolerancia y la empatía dentro del ámbito laboral y lo que logra al ser ejecutadas dentro de esta misma, muy bueno
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